UNILLANOS
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PEDAGOGÍA INFANTIL (LITERATURA
INFANTIL)
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Fecha
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26 de agosto 2015
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Elaborada por
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Mayra Alejandra León Pinzón
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Referencia bibliográfica:
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Palabras
Clave:
Edad, niños, diversión, inocencia.
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Descripción: La alegría de querer. Jairo Aníbal Niño
la
mezcla resultó ser una muestra de inocencia necesaria. Niño, con su
sencillez, invita de nuevo a la ternura infantil a través de La alegría de querer, un
poemario infantil de versos breves, pero no por eso menos útiles para nuestra
actualidad. A medida que el lector se sumerge en La alegría de querer, las excusas para volver a los
recreos de colegio, a la timidez del primer amor, a los partidos de fútbol en
el parque, al dolor de cabeza de una clase de matemáticas o a la fantasía de
los animales que sólo existían en la imaginación se van volviendo
recurrentes. Es posible que este libro esté alejado de lo que los grandes
teóricos consideran un clásico o de un libro "de referencia", pero
creo que las pretensiones del autor estaban tan alejadas de esos objetivos
que lo que logran, al menos en un lector como yo, es conmover hasta las
lágrimas por el poder de los recuerdos.
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Análisis Crítico:
Me gusto muchísimo
por la forma en que evoca esos momentos de diversión y esparcimiento sano que
se vivía en otras épocas, donde todo era muy apartado de la tecnología y los
vicios.
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Referencia bibliográfica:
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Palabras
Clave:
Imaginación, educación, aprendizaje.
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Descripción:
¿Por qué el pez espada se aventuró en uno de los
siete mil mares de la literatura?
Porque, fiel al llamado, acudió al lugar donde
Alejandro Dumas tripulaba un barco de papel. El pez espada saltó regocijado
dándole estocadas al agua y al aire. Su espada era una flor aguda, y sus
filos la luz que apuñalaba la espuma. Dumas, después de contemplarlo
largamente con sus ojos de tinta, enrumbó el navío al puerto de las palabras,
donde lo esperaba la novela Los Tres Mosqueteros. El pez espada
fue el primero y el más secreto de sus capítulos.
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Análisis Crítico:
Lo que mas
megusto de este libro es que es justamente un libro de esos que lleva el tema
de la imaginación al máximo. De un modo directo y sin complicaciones. Jairo
Aníbal Niño se hace preguntas sobre animales y las responde desde el
fondo de su imaginación.
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JAIRO ANIBAL NIÑO
(BIOGRAFIA)
Nacido
en Moniquirá , Boyacá, el 5 de septiembre de 1941, en el seno de una familia
campesina muy tradicional. Tuvo varios trabajos antes de encontrarse con la
escritura, fue aprendiz de magos, recorrió el país como ayudante de camión, fue
marinero en un pequeño barco y fue así como conoció ríos y costas de nuestro
territorio. En uno de sus viajes como por inspiración divina, encontró el
enfoque de la literatura infantil y juvenil que tanto lo caracterizo.
Comenzó
sus estudios en Bucaramanga, para al poco tiempo abandonarlos y así poder
integrar el colectivo de pintores LA MANCHA. Sus primeros encuentros con las
artes fueron en las plásticas y luego en la pintura. También fue actor,
titiritero, dirigió teatro, entre muchos otros.
Fue
profesor catedrático en varias universidades donde cuestiono la forma en que
muchos profesores les enseñan a sus alumnos, alegando que los niños también
tienen cosas para enseñarle a sus profesores y debería ser una labor de igual a
igual. Tras su paso por la pintura fundó y dirigió grupos de teatro conocidos
nacional e internacionalmente. Algunas de sus obras de teatro más reconocidas
son: El monte calvo, El golpe de estado, Las bodas de lata y Efraín González.
Dentro
de sus cuentos infantiles más destacados están: De las Alas Caracolí, Dalia y
Zazir, La alegría de querer, Aviador Santiago y Zoro; Muchas de sus obras
fueron traducidas al inglés, francés, finlandés, eslovaco, chino, alemán y
portugués.
Dictando conferencias y dirigiendo talleres desarrolló su trabajo a lo largo y ancho de nuestro país y se presentó en diferentes espacios Latinoamericanos importantes. Fue director de la Biblioteca Nacional de Colombia y paso sus últimos días sumergidos en su casa familiar en el Valle de Tenjo, dedicando como siempre lo dijo, 99 horas del día a la Literatura.
Dictando conferencias y dirigiendo talleres desarrolló su trabajo a lo largo y ancho de nuestro país y se presentó en diferentes espacios Latinoamericanos importantes. Fue director de la Biblioteca Nacional de Colombia y paso sus últimos días sumergidos en su casa familiar en el Valle de Tenjo, dedicando como siempre lo dijo, 99 horas del día a la Literatura.
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