INVENTAR
ADIVINANZAS
Las adivinanzas no son textos sencillos ya que
suelen construirse a partir de una metáfora, esto es, de un desplazamiento del
objeto del que se habla hacia otro; en otras palabras, responde a la lógica de
“Es así pero no lo es”. Para resolverlas hay que sacar de foco al objeto del
cual se habla explícitamente para encontrar otro con el cual podamos
relacionarlo de una u otra manera. Por ejemplo, la clásica adivinanza “Redondo
redondo, barril sin fondo”, nos obliga a dejar de pensar en un barril para
concentrarnos en la forma del barril (pero sin fondo) y buscar todas aquellas
cosas que tengan esa forma. A veces, al jugar con las adivinanzas, enfocamos
una sola de las características (por ejemplo, el tamaño de un barril), dejamos
de lado otra (su forma) y necesitamos volver a escucharla para modificar
nuestra primera hipótesis y reencauzar la búsqueda. Lo curioso de las
adivinanzas es que pocas veces logramos develar la respuesta, porque aunque
entendamos su lógica, las respuestas posibles son muchas (para seguir con el
ejemplo, el “barril sin fondo” puede ser el clásico anillo pero también un aro,
un cinturón abrochado, una pulsera, una colita del pelo, una corona, el rollo
de papel higiénico, un tubo, etc.). Por eso, el desafío no es tanto encontrar
la respuesta como entender por qué la que se da es apropiada. Y esto implica
centrarse en el problema de cómo se produce una adivinanza, es decir, en su
“cocina”. Hay muchas clases de adivinazas. A continuación, presentamos tres
tipos:
Las que son pequeñas estrofas
No soy Drácula ni Franki (por chiquito y por petiso) pero
asusto a troche y moche si aparezco de improviso. (El ratón)
Las que hacen una pregunta
¿Quién es, quién
es el que camina por la playa yendo al revés? (El cangrejo)
Las que tienen la respuesta en las palabras que componen la
pregunta, llamadas falsas adivinanzas:
Oro no es plata no es es una fruta ¡qué exquisitez! (El
plátano)
Ahora bien, ¿cómo construir
adivinanzas con los chicos de 5° año/grado? En primer lugar, conviene trabajar
con toda la clase a partir de un mismo objeto, animal, fruta, etc. Luego, conversar
e ir anotando sus características principales: cuál es su forma, su color, su
tamaño, para qué sirve, a qué se parece. A posteriori, se reúne toda la
información y se compone la adivinanza, con la restricción de la rima. Veamos
una consigna posible y dos resoluciones:
Pasos para inventar una
maliciosa adivinanza Esta propuesta tiene tres pasos:
1- Buscar algo adivinable,
por ejemplo: un lápiz.
2- Reparar en sus
características principales:
• Es de madera.
• Se guarda en la
cartuchera.
• Puede ser de colores o
negro.
• En general, viene en una
cajita con otros lápices.
• La goma es su mayor
enemiga porque borra lo que se escribe con él.
3- Armar la adivinanza
(recordar que puede tener varias formas: de pregunta, de estrofa o un par de
versitos que contengan la respuesta escondida entre las palabras).
A continuación, presentamos algunas
adivinanzas que pueden surgir a partir de esta secuencia: Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología 148 Serie Cuadernos para el aula ¿Cuál es, cuál
es este objeto de madera que vive con su enemiga dentro de la cartuchera?
Podemos complementar con este mapa conceptual.

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